jueves, 4 de diciembre de 2014





TRADICIONES
Con toda una tradición, el municipio de Tocumbo se prepara para llevar a cabo su Feria de la Paleta, 25 al 30 de diciembre, un evento único en Michoacán, lleno de sabor y de entusiasmo de su gente, que generación tras generación ha hecho crecer la actividad paletera, hoy conocida dentro y fuera de México. En rueda de prensa presidida por la directora de la Comisión de Ferias, Exposiciones y Eventos, Araceli Salgado García, el Secretario del Ayuntamiento de Tocumbo, Miguel Ángel Barragán González, explicó que ese municipio del occidente michoacano y que ha sido considerado como la capital mexicana de la paleta, es el lugar de origen de cerca de 30 mil paleteros que han llevado su sabor a diferentes partes del país y del extranjero como en Estados Unidos y Canadá, además de que próximamente concretarán exportación con Francia. Luego de que Araceli Salgado expresó su reconocimiento a las autoridades municipales de Tocumbo por mantener vigente esta actividad tan importante, Barragán González recordó que en la década de 40´s del siglo pasado, familias nativas de Tocumbo iniciaron con esta actividad artesanal inicialmente de paletas y helados, cuya comercialización se realizaba solamente con el apoyo de carritos y cajones de madera. Posteriormente incluyeron las aguas frescas con frutas de la temporada. Abundó que gracias al trabajo de estas familias que fueron las pioneras en las industria paletera, se empezaron a instalar de manera formal las primeras fabricas con un beneficio directo en la generación de fuentes de empleo tanto para sus familiares como conocidos el municipio. Según la historia, en 1946 el Tocumbense Ignacio Alcázar inició en la Ciudad de México una tienda de helados y en la década de los 60´s se calculaba que ya había cerca de 500 paleterías distribuidas por todos los rincones de la ciudad. En cada familia de Tocumbo por lo menos alguien se dedica al negocio de las paleterías en diversas partes del país, en donde en días con ventas altas llegan a vender cerca de 300 paletas, todas de frutas naturales y con más de cien sabores diferentes, que van desde los tradicionales hasta los exóticos, como tequila, aguacate, kiwi, chicharrón, capirotada, cacahuate y chongos, entre otros muchos. Para conmemorar esta actividad que ha permitido el crecimiento económico de Tocumbo año con año, a partir de 1987 se realiza la Feria de la paleta, toda un concepto de tradición paletero hoy se conoce a nivel internacional a través de cadenas como:” La Michoacana”, “La Flor de Michoacán” y la “Flor de Tocumbo”, entre otras. Gonzalo Chávez Samaniego, coordinador de la Feria, destacó que para esta fiesta que tendrá como sede la plaza principal de cabecera municipal de Tocumbo, un municipio que se localiza a 52 kilómetros al sur de Zamora, entre Tingüindín y Cotija, llevará a cabo toda una diversidad de eventos culturales, así como deportivos. De igual forma se contará con una exposición y venta de antojitos de la región que habrán de prepararse por familias del municipio. Sin duda alguna, se trata de una fiesta familiar, pero con sabor a una tradición que ha cruzado fronteras. 


MEDIO FISICO
Se localiza al oeste del Estado, en las coordenadas 19º42’ de latitud norte y 102º32’ de longitud oeste, a una altura de 1,600 msnm. Limita al norte con Villa mar, al noreste con Tingüindín, al este y sur con Los Reyes, y al oeste con el Estado de Jalisco. Su distancia a la capital del Estado es de 196 km
Tiene 506.85 km² y representa el 0.86 por ciento del total del Estado.
Su relieve está constituido por el sistema volcánico transversal y la sierra de San Ángel.
Su hidrografía está constituida por los ríos del Plátano, San Antonio y de Daga.
Su clima es tropical y templado, con lluvias en verano. Tiene un precipitación pluvial de 1.100 mm y templados que oscilan de 15,6 a 31,6 ºC.
En el municipio domina el bosque mixto con pino y encino, y el bosque tropical caducifolio con ceiba, cedro, parota, cirián, zapote, tepe guaje y cuajilote. La fauna del municipio está representada por armadillo, venado, liebre, ardilla, tlacuache, tejón, tusa, coyote, zorrillo y pato.

RECURSOS NATURALES
La superficie forestal maderable está ocupada por pino, encino, y la no maderable está ocupada por matorrales de distintas especies.
Los suelos del municipio datan de los perodos cenozoico, terciario y paleoceno, corresponden principalmente a los del tipo chernozem y chesnut. Su uso está destinado primordial mente a la actividad forestal y en menor proporción a la ganadera y agrícola.



PERFIL SOCIODEMOGRÁFICO
En el municipio de Tocumbo en 1990, la población representaba el 0.33 por ciento del total del Estado. Para 1995, se tiene una población de 12,202 habitantes, su tasa de crecimiento es del 0.57 por ciento anual y la densidad de población es de 24 habitantes/km². El número de mujeres es relativamente mayor al de los hombres. Para el año de 1994, se han dado 456 nacimientos y 71 defunciones, también así la migración e inmigración en el municipio ha sido considerable.
En el año 2000 el municipio contaba con 11,315 habitantes y de acuerdo al II Conteo de Población y Vivienda del 2005 el municipio cuenta con un total de 9,820 habitantes.
Según el Censo General Población y Vivienda 1990, en el municipio habitan 29 personas que hablan alguna lengua indígena, y de las cuales 13 son hombres y 2 son mujeres.
Dentro de las principales lenguas indígenas podemos mencionar el Puré pecha.
El II Conteo de Población y Vivienda del 2005 señala que en el municipio habitan 19 personas que hablan alguna lengua indígena.

HISTORIA

Este lugar perteneció a la tribu te quecha y más tarde fue incorporado al imperio tarasco.
Fue conquistado por Cristóbal de Olid y pasó a formar parte de Tingüindín, que se constituyó en tenientazgo general y dependía de la alcaldía mayor de Peribán. Tocumbo pasó a formar parte en el siglo XVII, de la estancia propiedad de Doña Andrea de Luna, al sur de la cabecera de Tingüindín, en distancia de 2 leguas, ahí vivían y trabajaban 24 familias de españoles, mulatos y mestizos.
Posteriormente estas tierras pasaron a manos de los jesuitas, quienes tuvieron haciendas en donde producían grandes cantidades de trigo. Al decretarse su expulsión, en 1767, los religiosos de la compañía de Jesús traspasaron sus haciendas a parientes y servidores, continuando su explotación y aunque la hacienda de Tocumbo aparece como propiedad de José Godínez y Socios, puede decirse que siguió perteneciendo a la compañía, y al parecer, se cuidó de que estas propiedades no llegaran a manos de fuereños pues para 1800, se constituyó una congregación de los señores Andrade, Chávez, Godínez , Medina, Alcázar y Villanueva, que compraron propiedades locales.
Durante la guerra de independencia, Tocumbo fue el radio de la acción insurgente de los hermanos Guzmán, Francisco y Gordiano. La región fue devastada, ya que era una de las zonas más fértiles y para 1831, con la Ley de División Territorial, Tingüindín pasó a ser cabecera municipal y Tocumbo fue tan sólo una hacienda del municipio.
En 1867, la región fue ocupada por los franceses y Tocumbo, era paso obligado tanto para Uruapan como para tierra caliente y sufrió las consecuencias, al ser paso tanto de los chinacos como de franceses. Desde la región centro oriental de Michoacán se escogieron puntos clave para la ofensiva republicana, bajo el mando de Villado. En la hacienda de Tocumbo se formó una línea republicana que resistió el combate imperialista. Después de varias derrotas, el general Arteaga organizó el ejército del centro occidente en guerrillas, y en 1867 se recuperó Zamora y la capital Michoacana, restaurándose la República.
En 1861 Tingüindín quedó sujeto como municipio a otro Distrito, pasando la hacienda de Tocumbo al territorio de Los Reyes. Al finalizar el siglo XIX la producción de maíz, trigo y caña y otros productos agrícolas sólo beneficiaba a los dueños de la hacienda de Tocumbo, mientras que la situación de los trabajadores era muy difícil. Durante la revolución, la lucha fue enconada y la hacienda pasó a manos de los pobladores de la región. El 12 de diciembre de 1903 Tocumbo fue elevado al grado de tenencia de Tingüindín.

El 11 de febrero de 1930 se constituyó en municipio, se le quitó la localidad de Tacátzcuaro y se le adjudicó, la hacienda azucarera de Santa Clara del municipio de Los Reyes. En 1938 los ejidatarios de Tocumbo recibieron dotación de tierras y al continuar el reparto agrario obtuvieron, en 1940, el ejido de La Calera, el de Tocumbo en 1952 y el de San Francisco en 1970.