TRADICIONES
Con
toda una tradición, el municipio de Tocumbo se prepara para llevar a cabo su
Feria de la Paleta, 25 al 30 de diciembre, un evento único en Michoacán, lleno
de sabor y de entusiasmo de su gente, que generación tras generación ha hecho
crecer la actividad paletera, hoy conocida dentro y fuera de México. En rueda
de prensa presidida por la directora de la Comisión de Ferias, Exposiciones y
Eventos, Araceli Salgado García, el Secretario del Ayuntamiento de Tocumbo,
Miguel Ángel Barragán González, explicó que ese municipio del occidente
michoacano y que ha sido considerado como la capital mexicana de la paleta, es
el lugar de origen de cerca de 30 mil paleteros que han llevado su sabor a
diferentes partes del país y del extranjero como en Estados Unidos y Canadá,
además de que próximamente concretarán exportación con Francia. Luego de que
Araceli Salgado expresó su reconocimiento a las autoridades municipales de
Tocumbo por mantener vigente esta actividad tan importante, Barragán González
recordó que en la década de 40´s del siglo pasado, familias nativas de Tocumbo
iniciaron con esta actividad artesanal inicialmente de paletas y helados, cuya
comercialización se realizaba solamente con el apoyo de carritos y cajones de
madera. Posteriormente incluyeron las aguas frescas con frutas de la temporada.
Abundó que gracias al trabajo de estas familias que fueron las pioneras en las
industria paletera, se empezaron a instalar de manera formal las primeras
fabricas con un beneficio directo en la generación de fuentes de empleo tanto
para sus familiares como conocidos el municipio. Según la historia, en 1946 el
Tocumbense Ignacio Alcázar inició en la Ciudad de México una tienda de helados
y en la década de los 60´s se calculaba que ya había cerca de 500 paleterías
distribuidas por todos los rincones de la ciudad. En cada familia de Tocumbo
por lo menos alguien se dedica al negocio de las paleterías en diversas partes
del país, en donde en días con ventas altas llegan a vender cerca de 300
paletas, todas de frutas naturales y con más de cien sabores diferentes, que
van desde los tradicionales hasta los exóticos, como tequila, aguacate, kiwi,
chicharrón, capirotada, cacahuate y chongos, entre otros muchos. Para
conmemorar esta actividad que ha permitido el crecimiento económico de Tocumbo
año con año, a partir de 1987 se realiza la Feria de la paleta, toda un
concepto de tradición paletero hoy se conoce a nivel internacional a través de
cadenas como:” La Michoacana”, “La Flor de Michoacán” y la “Flor de Tocumbo”,
entre otras. Gonzalo Chávez Samaniego, coordinador de la Feria, destacó que
para esta fiesta que tendrá como sede la plaza principal de cabecera municipal
de Tocumbo, un municipio que se localiza a 52 kilómetros al sur de Zamora,
entre Tingüindín y Cotija, llevará a cabo toda una diversidad de eventos
culturales, así como deportivos. De igual forma se contará con una exposición y
venta de antojitos de la región que habrán de prepararse por familias del
municipio. Sin duda alguna, se trata de una fiesta familiar, pero con sabor a
una tradición que ha cruzado fronteras.
MEDIO FISICO
Se localiza al oeste del
Estado, en las coordenadas 19º42’ de latitud norte y 102º32’ de longitud oeste,
a una altura de 1,600 msnm. Limita al norte con Villa mar, al noreste con
Tingüindín, al este y sur con Los Reyes, y al oeste con el Estado de Jalisco.
Su distancia a la capital del Estado es de 196 km
Su relieve está
constituido por el sistema volcánico transversal y la sierra de San Ángel.
Su hidrografía está
constituida por los ríos del Plátano, San Antonio y de Daga.
Su clima es tropical y
templado, con lluvias en verano. Tiene un precipitación pluvial de 1.100 mm y templados que oscilan de 15,6 a 31,6 ºC.
En el municipio domina el
bosque mixto con pino y encino, y el bosque tropical caducifolio con ceiba,
cedro, parota, cirián, zapote, tepe guaje y cuajilote. La fauna del municipio
está representada por armadillo, venado, liebre, ardilla, tlacuache, tejón,
tusa, coyote, zorrillo y pato.
RECURSOS
NATURALES
La superficie forestal
maderable está ocupada por pino, encino, y la no maderable está ocupada por
matorrales de distintas especies.
Los suelos del municipio
datan de los perodos cenozoico, terciario y paleoceno, corresponden
principalmente a los del tipo chernozem y chesnut. Su uso está destinado
primordial mente a la actividad forestal y en menor proporción a la ganadera y
agrícola.
PERFIL SOCIODEMOGRÁFICO
En el municipio de Tocumbo en
1990, la población representaba el 0.33 por ciento del total del Estado. Para
1995, se tiene una población de 12,202 habitantes, su tasa de crecimiento es
del 0.57 por ciento anual y la densidad de población es de 24 habitantes/km².
El número de mujeres es relativamente mayor al de los hombres. Para el año de
1994, se han dado 456 nacimientos y 71 defunciones, también así la migración e
inmigración en el municipio ha sido considerable.
En el año 2000 el municipio
contaba con 11,315 habitantes y de acuerdo al II Conteo de Población y Vivienda
del 2005 el municipio cuenta con un total de 9,820 habitantes.
Según el Censo General
Población y Vivienda 1990, en el municipio habitan 29 personas que hablan
alguna lengua indígena, y de las cuales 13 son hombres y 2 son mujeres.
Dentro de las principales
lenguas indígenas podemos mencionar el Puré pecha.
El II Conteo de Población y
Vivienda del 2005 señala que en el municipio habitan 19 personas que hablan
alguna lengua indígena.
HISTORIA
Este
lugar perteneció a la tribu te quecha y más tarde fue incorporado al imperio
tarasco.
Fue conquistado por
Cristóbal de Olid y pasó a formar parte de Tingüindín, que se constituyó en
tenientazgo general y dependía de la alcaldía mayor de Peribán. Tocumbo pasó a
formar parte en el siglo XVII, de la estancia propiedad de Doña Andrea de Luna,
al sur de la cabecera de Tingüindín, en distancia de 2 leguas, ahí vivían y
trabajaban 24 familias de españoles, mulatos y mestizos.
Posteriormente
estas tierras pasaron a manos de los jesuitas, quienes tuvieron haciendas en
donde producían grandes cantidades de trigo. Al decretarse su expulsión, en
1767, los religiosos de la compañía de Jesús traspasaron sus haciendas a
parientes y servidores, continuando su explotación y aunque la hacienda de
Tocumbo aparece como propiedad de José Godínez y Socios, puede decirse que
siguió perteneciendo a la compañía, y al parecer, se cuidó de que estas
propiedades no llegaran a manos de fuereños pues para 1800, se constituyó una
congregación de los señores Andrade, Chávez, Godínez , Medina, Alcázar y
Villanueva, que compraron propiedades locales.
Durante la guerra de
independencia, Tocumbo fue el radio de la acción insurgente de los hermanos
Guzmán, Francisco y Gordiano. La región fue devastada, ya que era una de las
zonas más fértiles y para 1831, con la Ley de División Territorial, Tingüindín
pasó a ser cabecera municipal y Tocumbo fue tan sólo una hacienda del
municipio.
En 1867, la región
fue ocupada por los franceses y Tocumbo, era paso obligado tanto para Uruapan
como para tierra caliente y sufrió las consecuencias, al ser paso tanto de los
chinacos como de franceses. Desde la región centro oriental de
Michoacán se escogieron puntos clave para la ofensiva republicana, bajo el
mando de Villado. En la hacienda de Tocumbo se formó una línea republicana que
resistió el combate imperialista. Después de varias derrotas, el general
Arteaga organizó el ejército del centro occidente en guerrillas, y en 1867 se
recuperó Zamora y la capital Michoacana, restaurándose la República.
En 1861 Tingüindín
quedó sujeto como municipio a otro Distrito, pasando la hacienda de Tocumbo al
territorio de Los Reyes. Al finalizar el siglo XIX la producción de maíz, trigo
y caña y otros productos agrícolas sólo beneficiaba a los dueños de la hacienda
de Tocumbo, mientras que la situación de los trabajadores era muy difícil.
Durante la revolución, la lucha fue enconada y la hacienda pasó a manos de los
pobladores de la región. El 12 de diciembre de 1903 Tocumbo fue elevado al
grado de tenencia de Tingüindín.
El 11 de febrero de
1930 se constituyó en municipio, se le quitó la localidad de Tacátzcuaro y se
le adjudicó, la hacienda azucarera de Santa Clara del municipio de Los Reyes.
En 1938 los ejidatarios de Tocumbo recibieron dotación de tierras y al continuar
el reparto agrario obtuvieron, en 1940, el ejido de La Calera, el de Tocumbo en
1952 y el de San Francisco en 1970.